Hipomimia

La hipomimia o perdida de expresión facial es fuente de frustración para el muchos de nosotros, que ve cómo  afecta a nuestras relaciones con los demás. Todos sabemos que el rostro es la principal vía de comunicación no verbal, que junto con el cuerpo, comunicamos más de lo que pensamos. La comunicación con quienes vivimos puede verse afectada. A cuántos nos han dicho que en qué pensamos, qué piensas, estás mal,...
La hipomimia se produce por la rigidez muscular que sufrimos, y en el rostro llega a producirse una afectación de los músculos faciales. Al principio no nos damos cuenta pero según avanza la enfermedad nos damos cuenta de esta pérdida, que suele ocasionarnos problemas de habla y deglución.
¿Qué debemos hacer?
Llegados a este punto nuestra recomendación, gracias a la experiencia, es ponerte en manos de un logopeda, de fisioterapeuta o foniatra, trabajar los músculos faciales y todo lo que te recomienden. Demás está decir que debes comunicárselo a tu neurólogo.
Otra recomendación, trabaja la expresividad en casa, cada día, con veinte minutos notarás los resultados. Ponte frente al espejo y práctica la cara de alegría, enfado, tristeza,... Sonríe enseñando los dientes, sonríe con la boca cerrada, prueba a decir la vocales de manera exagerada. Lee un libro como si cantaras una canción.  
De todas maneras, es importante que nuestros familiares y amigos sepan lo que nos ocurre, porque eso facilitará la comprensión por parte de ellos y la seguridad de nuestra parte.
¡Ánimo, que la vida es mucho más que una cara bonita!

Paqui Ruiz 



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