El beso

En los  cuarenta años que he trabajado, mi vida laboral, además de animada y larga ha sido feliz, porque he trabajado en lo que he querido siempre: la enseñanza.  Adoro mi profesión, al igual que a los alumnos a los que creo haber ayudado un poco, junto con sus padres, a ser lo que son ahora, hombres y mujeres con cariño y amor a su colegio.
        Siempre he intentado dar los “buenos días” como si fueran besos que quedan en el corazón. Y después de todo esto felicidad, cariño, entrega… “el párkinson”, negativa total de mi cuerpo; ¡imposible! ¡Que va…! Era una enfermedad crónica sin parada en ninguna estación ni momento. Pero la fortaleza parece que salió con corazón, con una sonrisa y un gran beso al mundo.
        Aquí estoy, aquí me tienes yo contra ti, tú contra mí, a ver quién gana. No conocemos nuestra verdadera fortaleza hasta que ser fuertes  es la única opción.
        Como estas personas que he conocido en Pepita, personas que iluminan tu vida. Se agradece cuando en tu camino se cruzan personas positivas, optimistas, sencillas; personas que ponen el corazón en cada una de sus acciones,  personas que te acarician el alma y enriquecen tu vida. Son héroes parkisonianos que dejan atrás todo lo que no puedes cambiar y con fuerza y coraje siguen adelante.
        Y… cuando oí la canción de un beso, en pleno confinamiento hizo que mis  ideas se transformaran en un poema que guardo en el cuaderno de las cosas creadas y he ampliado por “esos héroes” que cuando la vida los dejan sin palabras:¡¡Cantan!!
                     



EL BESO QUE QUIERO

                                                       Yo quiero un beso-me dijo.                                                                 
Y ¿qué beso es el que quieres?
Quiero un beso de mis padres
amoroso, limpio y bueno.
Que se queda en nuestra alma
y es el que siempre recuerdo.

Quiero un beso de mi maestra
de cariño, alegría y calma,
que queda en el corazón
cuando la miro a la cara.

Quiero el beso de un amigo
Compañero y fugitivo
que lleva siempre bandera
de fidelidad y nobleza.

Quiero el beso del vecino
que se queda en la mirada
cuando se sale de casa
y ves que él la resguarda.

Quiero un beso muy redondo
grande ,fuerte y amoroso
que va siempre acompañado 
de los nietos cariñosos
y a las abuelas que los aman.

Quiero un beso de un amigo
que es parkisoniano,
el beso fuerte, animoso
tembloroso y verdadero
pues ayudan con amor
en este mundo cambiante.
El beso es la dopamina
que nos mueve día a día.
Y nos da seguridad
para seguir con la vida.

Los besos son puntos largos, 
profundos y requeridos,
 los besos llevan momentos 
que van haciendo la vida,
 y que flotan en el aire 
esperando unos labios 
que llegarán algún día.


Y ESE DA ESTÁ LLEGANDO…

Autora: Maquin, compañera de Pepita. 




Comentarios

  1. Me parecen personas increíbles, fuertes y bondadosa. Un beso enorme para tod@s.

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