El cuerpo no calla
“A mí el Párkinson me movió la escala de valores. Pude ver que lo más valioso no se compra: la salud, el amor, la vida. Ya no me aferro tanto al pasado ni a expectativas sobre el futuro”, confiesa la autora.
Arquitecta que conoció la enfermedad del Párkinson con 36 años.
“Me sentía morir. Todos sabemos que somos mortales, pero descubrir que en mi cerebro se morían neuronas de forma irremediable hizo que viera todo negro”, asegura Lassen.
Así se metió en Internet, como hemos hechos todos o casi todos, a buscar respuestas. De esta manera, una noche dejó fluir sus sentimientos y escribió todo aquello que sentía su corazón. Y esa noche pudo dormir y salir de esa oscuridad de la depresión.
Autora: Marina Lassen
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